8 escudos. 1719. Madrid. F. VI-1688. Ligeramente limpiada. Pequeñas marcas. MBC+. Muy rara. La Ceca de Madrid fue, por concesión real, desde su apertura en 1615 propiedad del Duque de Uceda, pero por Real Cédula de 10 de julio de 1718 se ordenó su incorporación a la Corona, lo cual provocó muchos cambios. Las onzas madrileñas de Felipe V anteriores a 1718 fueron escasas, la última se hizo en 1714, todas realizadas a martillo (a excepción de la de 1710). Los trabajos de acuñación, ya bajo la supervisión de la Real Hacienda y realizados a molino, comenzaron el 27 de marzo de 1719, aprobándose su planta el 31 de marzo de 1719, en la que se admitía que por el momento se pudiera fabricar moneda de oro de particulares por su cuenta, siempre pagando los correspondientes derechos. Con estos antecedentes hay que decir que esta pieza pertenece a la primera emisión de Onzas madrileñas realizadas bajo control directo de la Corona, mostrando importantes novedades de diseño y ejecución. En anverso el Gran Escudo solo aparece rodeado por el Collar del Toisón, en las anteriores estaban los dos collares, mientras ahora de la Orden del Espíritu Santo solo queda la Cruz, que se coloca sobre el collar, en el lugar de donde pende el Toisón, un diseño del nuevo tallador de la ceca madrileña, Diego de Aragón (nombrado en abril de 1718), que se extenderá a las otras cecas de forma inmediata, Sevilla (1720) y Segovia (1721). Las Marcas Técnicas de la ceca (M coronada), valor (8 escudos) y ensayador (F) se colocan alrededor del tipo a continuación y al final de la leyenda perimetral de reverso, siendo la acuñación de mucha mejor factura que las Onzas anteriores. Además esta emisión es la primera de las Onzas que lleva como Marca la M coronada, y la única en solitario del ensayador Fernando Vázquez (F), que trasladado de la ceca de Sevilla (30 de septiembre de 1718) tomó posesión de su cargo de ensayador en Madrid el 14 de noviembre de 1718, puesto que mantuvo hasta que fue nombrado ensayador de la Casa de la Moneda de Segovia poco después, no volviendo a Madrid hasta los años 30. Todo lo cual hace de esta moneda una pieza de gran rareza y de un importante significado político y técnico.
Descripción