RECAREDO I. Tremissis. Arofre. Inédita. EBC-/EBC. Ligeramente alabeada. Segundo ejemplar conocido. Magnífico ejemplar que nos aporta la novedad de una nueva ceca visigoda y de gran rareza. Pieza de Recaredo realizada en la ceca de AROFRE, desconocida hasta la aparición del primer ejemplar en Numismatica Genevensis Auction 7, 27-28 de noviembre de 2012, lote 1245; y luego en Triton XX, 9 de enero de 2017, lote 1100. Ahora aparece este segundo ejemplar, de gran calidad y belleza, que confirma lo que ya se apuntaba en la anterior: la epigrafía, el estilo del doble busto y sus similitudes con las piezas realizadas en Adonis y Palentucio nos llevan a pensar que se trata de una ceca de la provincia de la Gallaecia, que estaría situada entre el Miño y el Duero, en un lugar relativamente cercano a la gran metrópoli de la zona, Braccara. No se ha podido encontrar ningún lugar en la documentación de época romana, sueva, visigoda o medieval que podamos identificar con esta ceca, aunque en la actualidad en la zona comentada existe el apellido Arofre.
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8 reales. 1753. Santiago. J. VI-392. AR 26,79 g. AC-541 (rarísima). Ligerísimas trazas de oxidaciones marinas. EBC-MBC+. Dos ejemplares conocidos. Las acuñaciones de plata habían empezado en Santiago en 1751 con una carta emisión de piezas de 8 reales que tenían la particularidad de llevar completo el nombre de monarca. La segunda emisión se realizó en 1753, acuñándose de nuevo solo la pieza de 8 reales, en una única partida rendida el 1 de octubre de 1753, y la cantidad de piezas fabricadas con "plata de vajilla" fueron únicamente 6,665, de las cuales hasta ahora solo se conocía la que Tomás Dasí mostraba en un grabado en su Estudio de los Reales de a Ocho, Valencia, 1951, Tomo III, p. 145. Este es, por tanto, el segundo ejemplar conocido de esta rarísima emisión, que mantiene el nombre completo del monarca y algunas características peculiares de la emisión de 1751, como que para la corona sobre los dos mundos, y las letras del ensayador y la denominación de la pieza se usaron los punzones propios del valor de cuatro reales, por lo que son más pequeños de lo habitual. En esta emisión de 1753 sí se subsanó otro defecto visto en la de 1751, y es que los Mundos no descansaban sobre las ondas del mar, parecían flotar en el aire, y en esta emisión ya aparecen en la forma correta, tocando las aguas. Por todo ello podemos decir que la emisión de 8 Reales de 1753 es la que sirvió de moedelo a todas las siguientes piezas de este valor de plata columnaria fabricadas en esta ceca, lo que acreciente su valor simbólico y numismático.
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